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Los Judíos de Castilla en Portugal, el rastro de una huella marcado por el apellido.

  • José Ovadiah Navarro
  • 25 may 2016
  • 12 Min. de lectura

La presencia de judíos castellanos en Portugal en realidad antecede, contrario a lo que se puede pensar, al decreto de expulsión de los reyes católicos. Para entender la historia de los judíos portugueses hay que conocer la historia de los judíos españoles, ya que fueron los españoles quienes en distintas épocas migraron de España a Portugal y a las colonias de ambos imperios; luego entonces por definición podríamos decir que los judíos portugueses de origen sefardita son considerados judíos españoles también; quizás por ello algunos autores prefieren englobarlos como judíos ibéricos y consecuencia de ello es que las principales comunidades fundadas por los judíos “portugueses” en la Europa occidental y las Américas se les considera como comunidades “españolas/portuguesas” como si se tratara de una subdivisión dentro del mundo sefardita occidental. Si bien la migración de judíos castellanos a Portugal que se tiene mayormente registrada obedece precisamente a la fecha de expulsión en 1492, es un hecho que flujos migratorios de judíos ocasionados por severas revueltas en contra de las juderías de Navarra, Castilla y Aragón ya habían provocado con anterioridad distintos asentamientos de judíos castellanos en territorio lusitano. Por otro lado cuando los judíos castellanos buscan una ruta de huida viajando a Portugal en 1492, muchos de ellos lo hicieron a través de la frontera de Alentejo continuando por Setúbal con la intención de huir por el océano, sin embargo la mayoría de ellos no pudo lograr partir de ahí, algunos porque la fecha limite los alcanzó otros porque no contaban con suficiente dinero para pagar los impuestos y poder liberar familias enteras. Fueron tremendamente oprimidos, algunos alcanzaron la relativa libertad a través del bautismo (aunque seguían profesando la fe de judaica en secreto) otros vivieron en vano con la esperanza de que el rey portugués Manuel los liberaría, finalmente la gran mayoría se dispersaron por todo el territorio hasta que se dio en 1497 el decreto portugués de expulsión y las conversiones forzosas al cristianismo en una forma por demás violenta de manera similar o incluso más cruel a lo que ya había sucedido en España. De Setúbal algunos judíos castellanos entraron a Évora lugar en donde se unieron con otros judíos castellanos que ya habitaban la ciudad. Algunos de ellos eran parientes y mantenían conexiones a través de matrimonios entre miembros del grupo y compartían intereses en los mismos negocios.


Después de que fueron salvajemente obligados a convertirse al cristianismo tuvieron la posibilidad de moverse entre los dos reinos (España y Portugal) gracias a sus conexiones con Castilla sobre todo en la zona fronteriza. Posteriormente mantuvieron constantes intentos de escapar de las persecuciones de los tribunales tanto portugués como español ya que a pesar de que fueron convertidos contra su voluntad al cristianismo, en realidad seguían viviendo como judíos de forma clandestina. La enorme movilidad en España tanto de la Edad Media como de la Edad Moderna temprana se refleja en muchos de los apellidos judíos en Portugal. En toda comunidad que habita a través del reino portugués, encontramos judíos con nombres derivados de su lugar de origen en España como Navarro, Castelhano, Castelao, Toledano, Segoviano, Sevillano, etc. Estos apellidos “toponímicos” guardan el secreto sobre el nombre original de la familia, pero mantienen viva la memoria de su origen geográfico; algunos de ellos han sobrevivido durante varios siglos después de las conversiones forzosas en contra de los judíos por el rey Manuel I de Portugal en 1497.


Un ejemplo sobre familias judías importantes en Portugal es la familia Aben Menir. Uno de sus miembros, Yehuda, fue Rabino principal (Rabi mor) de Portugal, tesorero del rey Fernando y uno de sus más importantes consejeros. Yehuda no fue el único judío nacido en el reino de Navarra quien desempeño cargos de gran importancia en Portugal. La familia Navarro llegó al reino a finales del siglo XIII, vivieron en Lisboa y sus suburbios en donde eran propietarios de grandes tierras, aunque se desconoce el nombre judío original de la familia, la primer referencia es de Yehuda Navarro, terrateniente de una granja en Agua dos Peixes un suburbio de Alvito villa de Alentejo en 1306.


El y su esposa Reina vendieron su granja con sus casas, viñedos y molinos de agua al rey portugués. También encontramos como judíos de la corte a toda una dinastía, la familia de rabinos Navarro, Moisés Navarro quien era muy cercano a los reyes portugueses además de ser el rabino principal de Portugal fue quien sucedió a Guedelha Negro, quien fuera el rabino principal de Alfonso IV. Moisés Navarro y su esposa Salva eran ricos terratenientes rurales, Moisés junto con su mujer le solicitaron al rey Pedro I de Portugal les concediera el “honor” de portar el apellido de la región de donde provenían (Navarra) para que no se perdiera la memoria del origen de la familia Navarro. Ellos decidieron dividir sus abundantes propiedades entre hijos varones, Yehuda, Yosef e Ytzhak Navarro, sus mujeres y descendencia siempre y cuando se casaran con parientes que ostentaran el apellido Navarro. El nieto de Moisés, el Rabino Moisés Navarro hijo de Yehuda, al igual que su padre y abuelo, heredó también las posiciones de médico del rey y recaudador del reino con Juan I. Los tres Navarros aprovecharon las ventajas de su cercanía al rey y su posición económica influyente para tratar de proteger lo más posible a sus correligionarios judíos en épocas de antisemitismo tan graves como el caso del pogromo de Sevilla de 1391.


Otras familias judías de Castilla y Navarra sirvieron a la familia real de Portugal como comerciantes, banqueros y recolectores de impuestos. De estos quizás la más importante fue la familia Abravanel, quien sirvió a Alfonso V y Yehuda Toledano quien estuvo al servicio del rey Juan II. Muchas familias que llegaron a Portugal ostentan otros apellidos toponímicos como Estela, Vitoria, Cáceres, Valencia, Toledo, Sevilla, Córdova, Lucena, etc. El número de familias creció de manera importante durante el siglo XV, derivado a movimientos sociales en contra de los judíos de Aragón, Navarra y Castilla y por el establecimiento de la Inquisición en España. Cientos de miles judíos y judíos conversos castellanos huyeron a Portugal durante el último cuarto del siglo, bajo la sospecha de que los judíos incitaran a los conversos a regresar a su antigua fe sumado a la desconfianza de que los judíos conversos llevaran a cabo prácticas supuestamente heréticas (observar la Ley de Moisés) se desataron furiosas revueltas en contra de ambos grupos.


Sabemos que en esta huida, los judíos portugueses tomaron otras rutas de escape durante los siglos posteriores a partir del S. XVI, concentrándose principalmente en el norte de Europa (conocidos como sefarditas occidentales) en Ámsterdam, Londres y Hamburgo, así como en nuevas rutas en el continente americano. De igual manera llevaron consigo la huella de su origen geográfico en los apellidos, por lo que podemos encontrar a las familias portuguesas de claros nombres castellanos en territorios tan dispersos como Ámsterdam, México, Brasil, Islas Caribeñas e Inglaterra. Por ejemplo, encontramos familias de judíos sefarditas portugueses con lazos en común de apellido Navarro tanto en Holanda como en las colonias americanas, destacando Brasil, Barbados, México y Estados Unidos (Nueva York).

Lápida de Abraham Navarro, panteón judío de Amsterdam

Es claro el lazo comercial y familiar de estas familias para mercadear primordialmente, azúcar, tabaco, y otras mercancías provenientes de América, Europa y el Imperio Otomano. En algunos casos encontramos a los mismos integrantes de la familia que se van moviendo de un lugar a otro como es el caso del comerciante naviero Abraham Navarro y sus descendientes que aparecen en Ámsterdam, Jamaica y Barbados islas pertenecientes a las colonias Inglesas. Un caso altamente documentado es el de la Familia Navarro que llega a Recife en Brasil, siendo Recife una colonia holandesa se convierte en la primer comunidad judía establecida en el continente, originalmente formada por criptojudíos que huyeron de Portugal para luego poder establecer la primera sinagoga formal abiertamente judía del continente.

Registro matrimonial de Isaack y Rivka Navarro, Sinagoga Portuguesa, Amsterdam

Moisés Navarro (nacido en 1617) migra de Ámsterdam a Brasil para unirse a la congregación judía de Paraíba, ya en 1654 sus propiedades en Brasil consistían en dos plantaciones de azúcar con un gran molino convirtiéndose en un hombre muy rico. Su hermano Aarón Navarro se unió a Moisés en Brasil en 1635. Jacobo Navarro fue el último de los hermanos en establecerse en Brasil, quizá diez años después, convirtiéndose rápidamente en uno de los líderes de la comunidad judía Kahal Zur Israel en Recife. Posteriormente cuando los sefarditas portugueses de Recife se ven obligados a huir al caribe como consecuencia de la victoria del reino de Portugal reconquistando aquellas tierras brasileñas hasta ese momento bajo dominio holandés, vemos la movilidad de las familias Navarro principalmente hacia la Isla caribeña que en ese momento era colonia inglesa, la isla de Barbados.


Sinagoga Portuguesa en Recife, Brasil

Podemos encontrar información referente a las inversiones y propiedades de la familia Navarro en la isla de Barbados, por ejemplo sabemos que Abraham Navarro, oriundo de Ámsterdam, invierte de manera conjunta para adquirir propiedades en la capital de Bridgetown con Aarón Baruch. Por otro lado el rico comerciante hijo de Abraham, Aarón Navarro cuando muere en 1685, designa al Mohel de Bridgetown y al Jajam Lopes como los vigilantes de sus tres pequeños hijos. Incluso al día de hoy podemos leer el testamento de Aarón Navarro hijo de Abraham Navarro elaborado en Barbados. Otros Navarros en Bridgetown eran Samuel Navarro y Judith Navarro ambos, aunque tenían una posición económica estable, esta era mucho más moderada. La familia Navarro parece haber salido de Bridgetown no mucho tiempo después de la muerte de su patriarca, posiblemente algunos regresaron a Ámsterdam, otros migraron a Norteamérica (Nueva York) y otros con menos recursos económicos en el afán de aventurarse a nuevas oportunidades viajaron a México y Sudamérica.

Testamento de Aarón Navarro en Barbados

De forma similar a como llegaron los judíos portugueses a Ámsterdam una vez que huyeron de España y Portugal, también se dirigieron a las islas británicas e Irlanda, destacando la comunidad de Londres. Se asentaron como criptojudíos para posteriormente con el apoyo del gran Rabino de Ámsterdam Menashé Ben Israel en su victoriosa negociación con Cromwell en 1656 se autorizó a la comunidad judía portuguesa de Inglaterra ejercer libremente su Fe. En consecuencia familias hispano-portuguesas sefarditas procedentes de Holanda y otras partes de Europa Occidental (incluyendo a los sefarditas de Hamburgo en Alemania) también formaron asentamientos y lazos comerciales importantes en Londres, convirtiendo a la comunidad judía portuguesa londinense en una de las más prósperas similar a la de Ámsterdam. Desde ese entonces encontramos familias portuguesas muy ricas con gran influencia política como: Montefiori, Disraeli, Moccatta y Da Costa. Dentro de los judíos Navarro aparece al destacado diplomático sefardita de Londres Abraham Navarro (1692) quien originalmente vivió en la colonia inglesa de Jamaica en el caribe americano, posteriormente Navarro fue comisionado por parte de la East Indian Company para acompañar a las naves como lingüista y traductor en China para regresar finalmente a una misión diplomática a la India.

Lápida de Jacob Nunes Nabarro, Panteón Judío en Londres

A diferencia de los judíos portugueses que al huir o migrar a territorios del norte de Europa o el Caribe en donde pudieron ejercer su judaísmo abiertamente; los judíos portugueses que huyeron a la América española o portuguesa tuvieron que ejercer su identidad y religión judía en secreto. Aunque la llegada de judíos lusitanos a las colonias americanas ya se había venido dando de forma importante con anterioridad, durante los años 1580 a 1640 periodo en el que se unieron en una sola corona España y Portugal, observamos seis décadas en el que el entorno fue muy favorable para desencadenar una migración todavía mayor de judíos o criptojudíos portugueses al continente americano tanto a las colonias españolas como portuguesas destacando México, Colombia, Perú y el Caribe.


En lo que se refiere a México encontramos los primeros registros de judíos portugueses de apellido “Navarro” en distintas fuentes originarias del S. XVI. Empezando con la llegada de Luis de Carvajal y de la Cueva en su misión de conquistar el noroeste de México. A Don Luis, judío portugués, lo acompañaron 100 familias de Europa en su aventura (en la nave La Santa Catalina), la gran mayoría de origen judío sefardita portugués, dentro de los hombres valientes que lo ayudaron en tan interesante misión encontramos a los sefarditas Juan Navarro y Manuel Gómez Navarro. Sobre este último se comenta que: Manuel Gómez Navarro junto con Manuel Lucena y Pedro Enríquez eran grandes judíos. Adicionalmente se ubica a otro criptojudío lusitano: Manuel Rodríguez Navarro quien llegó a México después de comerciar en China y que también era judío. De Manuel Gómez Navarro está documentado dentro de su juicio Inquisitorial que era judaizante, natural de San Martín de Trejos en la frontera de Portugal, de actividad mercader, Gómez Navarro perseveró en la Fe de Moisés, ayunaba en las fiestas grandes, fue sentenciado a 200 azotes y 6 años en las galeras de la Inquisición en México para terminar encarcelado posteriormente hasta su muerte en la prisión de Sevilla, España. Gómez Navarro también tenía una hermana, María Gómez Navarro, quien también fue procesada por la Inquisición en México después de extraer información de otros tribunales por ser judaizante. Referente a Manuel Rodríguez Navarro se sabe que era originario de la Guarda, Portugal (de donde provenían la mayoría de los judíos portugueses que llegaron en ese entonces a México) Rodríguez Navarro declarado criptojudío estuvo en Filipinas y Macao, España antes de llegar a México como mercader.


En la recopilación de los procesos ejecutados por la Inquisición contra judíos y judaizantes en México elaborada por Seymour B. Liebman encontramos en el mismo “Archivo General de la Nación” (AGN) de México a Francisco Navarro, procesado en 1598 por judaizante y a Moisés Navarro, este último judío portugués procedente de Holanda quién aparentemente pudo huir de la Inquisición. Adicionalmente en el mismo AGN aparece a Francisco Nuñez Navarro, de edad 43 años, nacido en Villa de Chazin, Portugal; hijo de Francisco Nuñez del mismo poblado y de Catalina Enríquez, portuguesa, ambos padres hebreos judeo conversos. Nuñez Navarro, circuncidado, residente en la ciudad de Guadalajara, México; observante de la Ley de Moisés, confesado y reconciliado en auto e 1646, con sanbenito, confiscación de propiedades, y condena de por vida a estar en prisión.


Finalmente, no es coincidencia que en tiempos históricos más recientes entre el siglo XVIII y XIX aparecen nuevamente algunas familias “Navarro” relacionadas entre sí junto otras familias españolas (25 familias) pobladores de las rancherías del oeste de Michoacán en México, comerciantes, agricultores y ganaderos, de apellidos españoles/portugueses, familias de origen judío sefardita hispano-portugués que huyeron de la ciudad de México por temor a la Inquisición en el siglo XVIII y toman como escondite las tierras montañosas de los alrededores de lo que conocemos como la hermosa villa colonial de Cotija. Dichas familias, como está documentado por prestigiados historiadores de la localidad, son de origen sefardita quienes además de conservar celosamente su identidad, y tradiciones familiares, también encriptaron su genética a través de la endogamia ya que hasta generaciones recientes fomentan los matrimonios entre parientes cercanos (primos y primas) o cuando menos entre las mismas familias de origen Ibérico sefardita de la región. Como lo han llegado a señalar distintos investigadores: Cotija ha sido al menos hasta tiempos posteriores a la revolución una auténtica “isla de españoles” encajada en el oeste de la sierra michoacana; familias enteras de total apariencia europea y mediterránea predominando los de tez blanca y ojos claros son evidencia de una longeva tradición que evita la mezcla con otros pobladores ajenos al clan.


Dato curioso de estas familias michoacanas que se conserva hasta nuestros días (aunque ahora en mucha menor medida) es la utilización del “castellano antiguo” para comunicarse entre ellos, costumbre muy arraigada también dentro de los sefarditas portugueses de otras regiones del planeta. Algunas de estas familias de rancheros “blancos” de la micro-región que ostentan el apellido Navarro fueron propietarios de ranchos medianos los cuales les fueron expropiados derivado de la reforma agraria después de la revolución mexicana, tal es el caso de José M. Cárabes Navarro quien poseía 800 hectáreas quien además fue asesinado por motivos de conflicto en la tenencia de la tierra. También tenemos el caso de Manuel Navarro quien actuó como representante de los rancheros “españoles” solicitando sin éxito que sus propiedades no fueran distribuidas entre los ejidatarios afectando entre otras familias a las de Esteban Navarro, Emilia Barajas y Genaro Navarro. Otras familias del lugar son: la familia de José, Esther y Araceli Navarro Pulido, y más ubicados en la villa de Cotija la descendencia de Ramón Navarro su hijo Francisco Navarro Barajas y su nieto José Navarro Zendejas, este último exitoso comerciante del sector textil y de la ropa quien migró sin nada en las manos a los 17 años a la Ciudad de México en 1934 y logró amasar gran fortuna como hombre de negocios.


En conclusión, como bien señala el rabino principal Daniel Litvak de la comunidad de Oporto en Portugal en entrevista publicada por Enlace Judío: “Es muy difícil diferenciar entre quién es judío originario de España y quién lo es de Portugal. En efecto tras el edicto de expulsión, los judíos de España huyeron hacia Portugal, donde el edicto se aprobó unos años más tarde. También porque los judíos originarios de España y Portugal se mezclaron en las diferentes comunidades sefardíes alrededor del mundo, lo que hace difícil diferenciar entre unos y otros.” Sin embargo como lo hemos comentado en este artículo, las comunidades judías de origen sefardita portugués relacionadas con las migraciones de Portugal hacia ciertos territorios son muy evidentes cuando estudiamos su formación.


En consecuencia resulta muy claro el origen portugués de comunidades como Ámsterdam, Londres y Hamburgo en el caso de Europa occidental, y derivado de las migraciones que van del siglo XVI al XVIII al continente Americano también es muy claro que la mayoría de los descendientes de estas comunidades pertenecían al linaje sefardita portugués, como lo menciona uno de los historiadores más destacado en la materia sobre el estudio de los judíos o criptojudíos sefarditas en el México colonial, el Doctor Seymour Liebman: “En México era prácticamente un sinónimo el ser judío y ser portugués.”


Adicionalmente como lo sugiere el título de esta investigación, existen apellidos muy claros que aunque de origen castellano, predominaron con el tiempo mucho más como un típico apellido judío portugués, tal es el caso del apellido Navarro. Finalmente, considero que cuando nos referimos a la historia de los sefarditas, en realidad puede resultar no solo imposible también inadecuado el tratar de dividir por completo el origen judío de España y Portugal, derivado de sus raíces, tradiciones, religión, convivencia, lengua y movimientos migratorios creo que la adopción del término “Judíos Hispano-Portugueses” o “Spanish-Portuguese Jews” todos sefarditas como sabiamente se autodefinieron las comunidades de Holanda, Inglaterra y Estados Unidos es la descripción más certera. Consecuentemente, para efectos de esta investigación me atrevo a decir que el apellido “Navarro” es un apellido de origen judío portugués muy español.

Abraham Navarro Nuñez, principal benefactor de la Yeshiva Portuguesa de Amsterdam

Bibliografía:

  • Ferro Tavares Ma. José, The Castillian Jews in Portugal an Approach to their History, Hispania Judaica, The Mandel Institute of Jewish Studies and The Hebrew University of Jerusalem, Volume 7/2010.

  • Marcia Farr, Rancheros in Chicagoacan, Language and Identity in a Transnational Community, University of Texas Press, First Edition, 2006.

  • Navarro José O., Cotija Tierra Morenika, El Origen Judío Hispano-Portugués de sus Pobladores, CreateSpace, México 2015.

  • Rubio Gloria Antonio, The Permeability of the Minho Frontier: Galician Jews in Portugal and Portuguese Converts in Galicia, Instituto de estudios Gallegos Padre sarmiento (CSIC Xunta de Galicia).

  • Seymour B. Liebman, The Inquisitors and the Jews in the New World, summaries of procesos, 1500-1810, and bibliographical guide, University of Miami.

  • Wilfred S. Samuel, A Review if the Jewish Colonist in Barbados in the Year 1680, The Jewish Historical Society of England, May 9 1924.

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